Si quieres cambiar tu cuerpo, primero cambia tu conciencia

Nuestras células escuchan constantemente a nuestros pensamientos y se ven cambiadas por ellos.

Un ataque de depresión puede causar desastres en el sistema inmunológico; enamorarse puede fortalecerlo. La desesperación y falta de esperanza aumenta el riesgo de sufrir ataques cardíacos o contraer un cáncer, acortando así la vida. El gozo y la satisfacción nos mantienen saludables y prolongan la vida. Esto significa que no es posible trazar con certeza la línea entre biología y psicología.
El recuerdo de una tensión, que es sólo una brizna de pensamiento, libera el mismo torrente de hormonas destructivas que la tensión en sí.
Como la mente influye sobre todas las células del cuerpo, el envejecimiento humano es fluido y cambiante; puede acelerarse, demorarse, detenerse un tiempo y hasta revertirse.
Si uno se conociera tal como es, comprendería que es la fuente, el curso y la meta de toda la inteligencia fluyente. Lo que las tradiciones religiosas del mundo llaman espíritu es la totalidad, la continuidad de la conciencia que supervisa todos los fragmentos y las piezas de la inteligencia.
Son los vacíos en el conocimiento de nosotros mismos los que nos hacen víctimas de la enfermedad, el envejecimiento y la muerte. Perder la conciencia es perder inteligencia; perder inteligencia es perder el dominio sobre el producto final de ésta: el cuerpo humano.
Por lo tanto, la lección más valiosa que puede enseñarnos ese nuevo paradigma es ésta: si quieres cambiar tu cuerpo, cambia primero tu conciencia.
… nuestro cuerpo se alimenta de nuestros pensamientos…!!

Deepak Chopra

Cómo ser espiritual

Si estas básicas intenciones están presentes dentro de tí, Dios toma la responsabilidad de expresarlas. Todo lo demás que tú hagas es secundario. Sin embargo aún así puedes ejercer una gran influencia por medio de tu conducta diaria. Aquí están las reglas fundamentales para la vida espiritual que han probado ser efectivas para mí personalmente y que siento trabajarán para muchas personas.

1. Conoce tus Intenciones.
No permitas que tus falsas intenciones permanezcan enmascaradas. Sácalas de raíz y trabaja con la ira y el miedo que te mantiene atado a ellas. Las falsas intenciones asumen la forma de deseos culposos: Yo quiero que alguien fracase, yo quiero vengarme, yo quiero que la gente mala sea castigada, yo quiero obtener algo sin poner lo mío en peligro. Las falsas intenciones pueden ser elusivas, notarás su existencia por el sentimiento que te conecta con ellas, un sentimiento de miedo, de codicia, de rabia, de desesperación, de debilidad. Primero experimenta el sentimiento, después niégate a quedártelo y luegopermanece alerta hasta que encuentres la intención que se esconde debajo.

2. Establece tus Intenciones Elevadas.
Ten la intención de ser un Santo o un Hacedor de Milagros. ¿Por qué no? Si tú sabes que la meta del crecimiento interior es adquirir Maestría, entoces,pide que esa Maestría se exprese tan pronto como sea posible. No te esfuerces por producir milagros pero no te resistas a ellos tampoco. El comienzo de la Maestría es Visión: ver milagros alrededor de tí eso hará más fácil que milagros más grandes comiencen a aparecer.

3. Vete a tí mismo en la Luz.
El Ego mantiene su dominio al hacernos sentir necesitados y sin fuerzas. De esta sensación de pérdida crece un ansia de adquirir todo lo que vemos. Dinero, poder, sexo y placerse supone que llenen el vacío, pero no lo llenan. Tú puedes escaparte de este paquete de ilusión únicamente si no te ves a tí mismo en la sombra luchando por alcanzar a Dios, sino que te veas en la Luz desde el primer momento. La única diferencia entre tú y un santo es que tu luz es pequeña y la de un santo es grande. Ustedes son ambos de la Luz.

4. Ver a todos los demás en la Luz.
La manera más barata de sentirte bien tú mismo es al sentirte superior a las demás personas. De esta pequeña semilla crece toda forma de juicio. Una simple forma puede ayudarte aquí. Cuando estés tentado a juzgar a otro ser humano sin importar cuan obviamente él o ella lo merezca, recuérdate a tí mismo que cada uno está haciendo lo mejor que puededesde su propio nivel de consciencia.

5. Refuerza tus Intenciones todos los días.
La vida diaria es un tipo de remolino de caos y el ego está firmemente enraizado en sus demandas. Necesitas recordarte a tí mismo desde el inicio hasta el final del día tu propósito espiritual. A algunas personas les ayuda el escribir sus intencionesa otras les son útiles períodos regulares de meditación y oración. Encuentra tu centro, interiorízate y no dejes ir tu intención hasta que la sientas centrada dentro de tí.

6. Aprende a perdonarte a tí mismo.
Todos nosotros caemos en trampas de autosuficiencia e ilusión cuando menos lo esperamos. Los hechos demuestran que lastimar a alguien, que el mentir deliberadamente y la irresistible necesidad de hacer trampa son universales. Perdónate a tí mismo por estar donde estás. Aplícate a tí mismo la misma regla que aplicas para los demás: tú estás haciendo lo mejor que puedesdesde tu propio nivel de consciencia… (Me gusta recordar la definición de un Maestro del discípulo perfecto: “Uno que siempre está tropezando pero que nunca se cae”).

7. Aprende a dejar ir.
La Paradoja de ser espiritual es que siempre estás equivocado y acertado al mismo tiempo. La vida es cambio debes estar preparado para dejar ir tus creencias, tus pensamientos y tus acciones de hoy, independientemente de cuan espiritual te hagan sentir. Cada nivel de crecimiento interno es bueno. Todos están alimentados por Dios.

8. Reverencia lo que Es Sagrado.
Nuestra sociedad nos enseña a ser escepticos de lo sagrado. Pero cada santo es tu futuro y cada Maestro está buscándote entre la multitud para que te unas con él. Los representantes humanos de Dios constituyen un tesoro infinito. Profundizar dentro de este tesoro, te ayudará a abrir tu corazón.

9. Permite que Dios se haga cargo.
La mayoría de las personas son adictas a preocuparse, a controlara dominar y a la falta de fe. Resiste la tentación de seguir estas tendencias. No escuches la voz que te dice que tienes que tener todo bajo control y que la constante vigilancia es la única manera de conseguir que las cosas sean hechas. Deja que el Espíritu intente un nuevo camino. Tu Intención es la herramienta más poderosa que tienes a disposición. Haz todo lo posible porque todo salga como es debido y luego suéltate y permite que las oportunidades vengan a tu encuentro. El resultado que tan forzosamente estás buscando puede que no sea tan bueno para tí como aquel que te llegue naturalmente. Si pudieras darle a Dios el uno por ciento de tu vida diariamente serías la persona más iluminada del mundo en un lapso de tres meses. Mantén ésto en tu mente y entrega algo cualquier cosa cada día.

10. Abraza lo Desconocido.
A través de los años haz formado preferencias y aversiones, haz aprendido a aceptar ciertos límites. Nada de ésto es tu verdadero Ser. Lo desconocido te está esperando. Un desconocimiento que nada tiene que ver con el “yo” que tú ya conoces. Algunas personas alcanzan el borde de la ilusión solamentea la hora de la muerte y entoncescon una larga mirada hacia atrás toda una vida parece increíblemente corta y transitoria. La parte de nosotros que conocemos es la parte que nos hace ver todo demasiado rápido. Cuando sientas un nuevo impulsoun pensamiento elevadoruna visión interior que nunca hayas tenido antesabraza lo desconocido. Cuídalo tan tiernamente como a un bebé recién nacido. Dios vive en lo desconocido y cuando tú lo abraces plenamenteserás libre.
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Entusiasmo
¡Siento entusiasmo por la vida!
De la misma manera como cambio de dirección cuando camino puedo cambiar la dirección de mi manera de pensar si lo deseo. Si me siento cansado triste o decepcionado y quiero sentirme con energía sólo necesito cambiar mis pensamientos.
Pienso en lo que me proporciona gozo, lo que incita mi creatividad, lo que me emociona acerca de estar vivo. Tengo presente las bendiciones que surgen cuando soy de ayuda o me cuido mejor. Aprecio mi vida en este momento y reconozco mi potencial. ¡Mi entusiasmo es contagioso! Otros a mi alrededor perciben la energía positiva. ¡Siento que Dios obra poderosamente por medio de mí!

– Deepak Chopra –

Ley del desapego

Esta ley dice que para adquirir cualquier cosa en el universo físico, debemos renunciar a nuestro apego a ella. Esto no significa que renunciemos a la intención de cumplir nuestro deseo.

No renunciamos a la intención ni al deseo; renunciamos al interés por el resultado. Es grande el poder que se deriva de esto.

Tan pronto como renunciamos al interés por el resultado, combinando al mismo tiempo la intención concentrada y el desapego, conseguimos lo que deseamos.

Podemos conseguir cualquier cosa que deseemos a traves del desapego, porque este se basa en la confianza incuestionable en el poder del verdadero yo.

El apego, en cambio, se basa en el temor y en la inseguridad y la necesidad de sentir seguridad emana del desconocimiento del verdadero yo.

La fuente de la abundancia, de la riqueza o de cualquier cosa en el mundo físico es el yo; es la conciencia que sabe como satisfacer cada necesidad.

Todo lo demas es un símbolo. Los símbolos son transitorios; llegan y se van. Perseguir símbolos es como contentarse con el mapa en lugar del territorio. Es algo que produce ansiedad y acaba por hacernos sentir vacíos y huecos por dentro, porque cambiamos el yo por los símbolos del yo.

El apego es producto de la conciencia de la pobreza, porque se interesa siempre por los símbolos. El desapego es sinónimo de la conciencia de la riqueza, porque con el viene la libertad para crear. Sólo a partir de un compromiso desprendido, podemos tener alegria y felicidad.

Entonces, los símbolos de la riqueza aparecen espontaneamente y sin esfuerzo. Sin desapego somos prisioneros del desamparo, la desesperanza, las necesidades mundanas, los intereses triviales, la desesperación silenciosa y la gravedad, características distintivas de una existencia mediocre y una conciencia de la pobreza.

La verdadera conciencia de la riqueza es la capacidad de tener todo lo que deseamos, cada vez que lo deseamos, y con un mínimo de esfuerzo.

Para afianzarnos en esta experiencia es necesario afianzarnos en la sabiduría de la incertidumbre.

En la incertidumbre encontraremos la libertad para crear cualquier cosa que deseemos.

La gente busca constantemente seguridad, pero con el tiempo descubriremos que esa busqueda es en realidad algo muy efímero. Hasta el apego al dinero es una señal de inseguridad.

Quienes buscan la seguridad la persiguen durante toda la vida sin encontrarla jamás. La seguridad es evasiva y efimera porque no puede depender exclusivamente del dinero.

El apego al dinero siempre creará inseguridad, no importa cuanto dinero se tenga en el banco. De hecho, algunas de las personas que más dinero tienen son las más inseguras.

La búsqueda de la seguridad es una ilusión. Según las antiguas tradiciones de sabiduría, la solución de todo este dilema reside en la sabiduría de la inseguridad o la sabiduría de la incertidumbre.

Esto significa que la búsqueda de seguridad y de certeza es en realidad un apego a lo conocido. ¿Y qué es lo conocido? Lo conocido es el pasado.

Lo conocido no es otra cosa que la prisión del condicionamiento anterior. Allí no hay evolución, absolutamente ninguna evolución. Y cuando no hay evolución, sobrevienen el estancamiento, el desorden, el caos y la decadencia.

La incertidumbre, por otra parte, es el suelo fértil de la creatividad pura y de la libertad. La incertidumbre es penetrar en lo desconocido en cada momento de nuestra existencia.

Lo desconocido es el campo de todas las posibilidades, siempre fresco, siempre nuevo, siempre abierto a la creación de nuevas manifestaciones.

Sin la incertidumbre y sin lo desconocido, la vida es sólo una vil repetición de recuerdos gastados. Nos convertimos en víctimas del pasado, y nuestro torturador de hoy es el yo que ha quedado de ayer.

Renunciemos a nuestro apego a lo conocido y adentrémonos en lo desconocido, así entraremos en el campo de todas las posibilidades.

La sabiduría de la incertidumbre jugará un importante papel en nuestro deseo de entrar en lo desconocido. Esto significa que en cada momento de nuestra vida habrá emoción, aventura, misterio; que experimentaremos la alegría de vivir: la magia, la celebracion, el júbilo y el regocijo de nuestro propio espíritu.

Cada día podemos buscar la emoción de lo que puede ocurrir en el campo de todas las posibilidades. Si nos sentimos inseguros, estamos en el camino correcto, no nos demos por vencidos.

En realidad no necesitamos tener una idea rígida y completa de lo que haremos la semana próxima o el año próximo, porque si tenemos una idea clara de lo que ha de suceder y nos aferramos rígidamente a ella, dejaremos por fuera un enorme abanico de posibilidades.

La ley del desapego acelera el proceso total de la evolución. Cuando entendemos esta ley, no nos sentimos obligados a forzar las soluciones de los problemas. Cuando forzamos las soluciones, solamente creamos nuevos problemas.

Pero si fijamos nuestra atención en la incertidumbre y la observamos mientras esperamos ansiosamente a que la solución surja de entre el caos y la confusión, entonces surgira algo fabuloso y emocionante.

Cuando este estado de vigilancia, nuestra preparación en el presente, en el campo de la incertidumbre, se suma a nuestra meta y a nuestra intención, nos permite aprovechar la oportunidad.

¿Qué es la oportunidad? Es lo que esta contenido en cada problema de la vida. Cada problema que se nos presenta en la vida es la semilla de una oportunidad para algún gran beneficio.

Una vez que tengamos esta percepción, nos abriremos a toda una gama de posibilidades, lo cual mantendra vivos el misterio, el asombro, la emoción y la aventura. Podremos ver cada problema de la vida como la oportunidad de algún gran beneficio.

Habiendonos afianzado en la sabiduría de la incertidumbre, podremos permanecer alerta a las oportunidades. Y, cuando nuestro estado de preparación se encuentre con la oportunidad, la solución aparecera espontaneamente.

Lo que resulta de esto es lo que denominamos comunmente «buena suerte». La buena suerte no es otra cosa que la unión del estado de preparación con la oportunidad.

Cuando los dos se mezclan con una vigilancia atenta del caos, surge una solución que trae beneficio y evolución para nosotros y para todos los que nos rodean. Ésta es la receta perfecta para el éxito, y se basa en la ley del desapego.

(Deepak Chopra)

El poema eres tú

1. Escucha la sabiduría de tu cuerpo, que se expresa por señales de comodidad e incomodidad. Cuando elijas cierta conducta, pregunta a tu cuerpo que siente al respecto. Si tu cuerpo envía una señal de inquietud física o emocional, ten cuidado. Si tu cuerpo envía una señal de comodidad y anhelo, procede.

2. Vive en el presente, que es el único momento que tienes. Mantén tu atención en lo que existe aquí y ahora; busca la plenitud en todo momento. Acepta lo que viene a ti total y completamente para que puedas apreciarlo y aprender de ello; luego déjalo pasar. El presente es como debe ser. Refleja infinitas leyes de la Naturaleza que te han traído hasta este pensamiento exacto, esta reacción física precisa. Este momento es como es porque el Universo es como es. No luches contra el infinito esquema de las cosas; por el contrario, sé uno con él.

3. Dedica tiempo al silencio, a meditar, a acallar el diálogo interior. En momentos de silencio, cobra conciencia de que estás recontactándote con tu fuente de conciencia pura. Presta atención a tu vida interior para que puedas guiarte por tu intuición, antes que por interpretaciones impuestas desde fuera sobre lo que conviene o no te conviene.

4. Renuncia a tu necesidad de aprobación externa. Sólo tú eres el juez de tu valer; tu meta es descubrir el infinito valor de ti mismo, sin dar importancia a lo que piensen los demás. Al comprender esto se logra una gran libertad.

5. Cuando te descubras reaccionando con enojo u oposición ante cualquier persona o circunstancia, recuerda que sólo estás luchando contigo mismo. Presentar resistencia es la reacción de las defensas creadas por viejos sufrimientos. Cuando renuncies a ese enojo te curarás y cooperarás con el flujo del universo.

6. Recuerda que el mundo de allí fuera refleja tu realidad de aquí dentro. Las personas ante las cuales tu reacción es más fuerte, sea de amor u odio, son proyecciones de tu mundo interior. Lo que más odias es lo que más niegas en ti mismo. Lo que más amas es lo que más deseas dentro de ti. Usa el espejo de las relaciones para guiar tu evolución. El objetivo es un total conocimiento de uno mismo. Cuando lo consigas, lo que más desees estará automáticamente allí; lo que más te disgusta desaparecerá.

7. Libérate de la carga de los juicios. Al juzgar impones el bien y el mal a situaciones que simplemente son. Todo se puede entender y perdonar, pero cuando juzgas te apartas de la comprensión y anulas el proceso de aprender a amar. Al juzgar a otros reflejas tu falta de autoaceptación. Recuerda que cada persona a la que perdones aumenta tu amor a ti mismo.

8. No contamines tu cuerpo con toxinas, ya sea por la comida, la bebida o por emociones tóxicas. Tu cuerpo no es sólo un sistema de mantenimiento de la vida. Es el vehículo que te llevará en el viaje de tu evolución. La salud de cada célula contribuye directamente a tu estado de bienestar, porque cada célula es un punto de conciencia dentro del campo de la conciencia que eres tú.

9. Reemplaza la conducta que motiva el miedo por la conducta que motiva el amor. El miedo es un producto de la memoria, que mora en el pasado. Al recordar lo que nos hizo sufrir antes, dedicamos nuestras energías a asegurarnos que el antiguo sufrimiento no se repita. Pero tratar de imponer el pasado al presente jamás acabará con la amenaza del sufrimiento. Eso sólo ocurre cuando encuentras la seguridad de tu propio ser, que es amor. Motivado por la verdad interior, puedes enfrentarte a cualquier amenaza, porque tu fuerza interior es invulnerable al miedo.

10. Comprende que el mundo físico es sólo el espejo de una inteligencia más profunda. La inteligencia es la organizadora invisible de toda la materia y toda la energía; como una parte de esta inteligencia reside en ti, participas del poder organizador del cosmos. Como estás inseparablemente vinculado con el todo, no puedes permitirte el contaminar el aire y el agua del planeta. Pero en un plano más profundo, no puedes permitirte el vivir con una mente tóxica, porque cada pensamiento crea una impresión en el campo total de la inteligencia. Vivir en equilibrio y pureza es el más elevado bien para ti y para la Tierra.»

Deepak Chopra