ALERGIAS

En plena primavera, se agudizan las ALERGIAS A PÓLENES…

¿Sabes cual es el sentido biológico de una reacción alérgica?

En realidad, como afirma el Dr. Salomon Sellam, las alergias no existen.

Lo que existe, y muy vivo por cierto, en el inconsciente de la persona que la sufre es un conflicto registrado en su inconsciente, algo que ocurrió en el pasado, que está olvidado, de lo que no fue plenamente consciente.

Un ejemplo muy sencillo para reconocer la causa de una alergia es este: recibes una mala noticia mientras estás en la calle, bajo un árbol que está desprendiendo su pólen, como es natural en el mes que le corresponde.

Y tú ahí, debajo del árbol, sufres un impacto emocional, quizás una mala noticia, una llamada desagradable, y tu emociones se desbordan, se produce el llamado «bioshock» del que ya hemos hablado en anteriores publicaciones.

Mientras, en tu inconsciente se registra este «bioshock», y comienza a crear un sistema de protección especial, para que todas las alarmas del sistema inmunológico se disparen, y puedan protegerte de lo que él considera un escenario de peligro.

Así funcionan, en general todas las alergias, pero…

Existen otro tipo de alergias, mucho más especiales, como metales, alimentos, animales, incluso puede llegarse a producir el síndrome de sensibilidad múltiple, que deja a la persona encerrada en un mundo esterilizado y alejado del contacto con el mundo exterior.

En estos casos, hay muchos raíles, es decir, muchos «bioshocks» que la persona recibe a lo largo de la vida.

Puede llevar también un programa transgeneracional de sensibilidad y/o toxicidad extrema, en las relaciones entre los miembros del clan, en las dos, tres o cuatro generaciones anteriores.

Es posible que recuerdes la primera vez que tuviste el «ataque de alergia», pero ése no es el momento en que sufriste el «bioshock» y por lo tanto no es ahí donde se encuentra el conflicto.

Desde el momento del bioshock hasta la primera manifestación alérgica pueden transcurrir años…la alarma está conectada, pero no saltará todavía. Es la fase silenciosa.

Al reconocer el momento del impacto emocional, permitir la reconexión con el resentir, el inconciente reconoce que el peligro ya no está y que no es necesaria la reacción y la alergia deja de existir.

Enric Corbera