La necesidad de querer y ser queridos

Hola, quiero compartirles la historia real que me enteré esta semana. La cuñada de una amiga, una persona solitaria, no se casó, depositó su amor en un gato que amó con locura.

El gato se murió de viejo hace unos cuantos meses y ella se sitió tan mal por ello que dijo desde lo profundo de su ser: sin mi gato no soy nada!!!
Me quiero morir, sin mi gato no puedo vivir.

Y zas, todas las plegarias son escuchadas sin juzgarse. Le dio cáncer, se le ha extendido por todo el cuerpo y esta próxima a morir.

Está en una fase terminal muy rápida. Los doctores la deshauciaron porque diagnosticaron una rara variante de cáncer sumamente agresiva.
Buscaron ayuda con personas muy iluminadas en la espiritualidad y a su vez con maestros de luz y confirmaron que ella pidió morir, que no podían hacer nada, sería transgerdir su libre albedrio.

Solamente quedo trabajar en que ella acepte este paso y también su familia.
Todo por un gato.

Después de tantos años de estudio y compartir, sé que toda circunstancia problemática de todo tipo, económica, de salud, laboral, familiar, social, de pareja, personal, etc…, etc…. etc… al investigar su origen, rascando sus causas, buscando el fondo de por qué, y por qué y seguirle rascando el por qué, se llega al origen del gran disparador emocional:

«La necesidad de querer y ser queridos».

Si así de fácil, así de difícil.
Amamos, luchamos, sufrimos, buscamos dinero, poder, conocimiento, aceptación, posesiones materiales, éxito profesional, social; trabajamos como burros, todo en el fondo para encontrar querer y ser queridos.

El mensaje de la película de El Secreto, la propia ley de atracción, sí es una realidad. Generamos nuestras propias intenciones de vida……. para bien ó para mal. En el Universo amoroso no etiquetas las peticiones como muy locas, no le conviene, que se cree, merece más, cómo se le ocurre, ni nada por el estilo.

El amor de todo el Universo es sin condiciones. Esta es la naturaleza del amor verdadero, por lo tanto la petición de perder la vida por la muerte de su amado gato, es una petición escuchada sin crítica.
La persona que esta por fallecer le entregó su amor y su vida a la compañía de un gato, bueno pobre gato, no era malo ni estaba mal, ni tengo nada contra los gatos aunque me gustan más los perros, pero ella entregó el valor de su vida a este animalito, así lo decidió así y fué.

Me pregunto. ¿Cuantos gatos tendremos en nuestras vidas? Y no  necesariamente en forma de mascota.

En cuantas cosas hemos puesto, nuestra vida, nuestras emociones, nuestra paz, nuestra filosofía de vida, nuestra valía, nuestro autoconcepto como un apego a algo material por inmaterial.
Sé de personas que quebró la empresa en que trabajaban y se murieron. Es común de parejas que vivieron muchos años juntos de su vida, el fallecer uno de ellos, se va el otro en poco tiempo.

Hay otros gatos menos románticos, pero no menos importantes. Son:  el puesto, el sueldo, la figura social, política, económica, bienes acumulados, imágen social, familiar, profesional, etc… que sería de nosotros si se mueren estos gatos?

Por último reflexionaré, que si todas las peticiones son escuchadas, entonces seamos concientes y cuidadosos de lo que pedimos.
Cuando Dios quizó castigar a los hombres les dió todo lo que pedían. Vaya… ni pedir sabemos.

Bendita época que vivimos de llamado al despertar y recordar quienes somos realmente.

Que la luz te acompañe.

Celebremos la vida !!!
Juan Carlos Fernández