El testimonio de Marc Fréchet

El fallecido psicólogo y psicooncólogo francés, Marc Frèchet, quien trabajó con pacientes oncológicos y aportó valiosas herramientas a la Decodificación Biológica y Biología Total de los seres vivos, pudo comprobar con su investigación los descubrimientos del Dr. Hamer. En 1997, cuando se realizó el proceso judicial en contra del Dr. Hamer (que terminó por llevarlo a la cárcel por primera vez), Frèchet escribió la siguiente carta, en forma de testimonio, dirigida al juzgado:

Marc Frèchet
Psicólogo clínico.
Asesor de psicooncología y oncología médica.
Testimonio.

Alto tribunal:

Soy consciente que estas declaraciones pueden ser utilizadas por este tribunal y acepto las eventuales consecuencias derivadas de las siguientes declaraciones para el procedimiento penal. Desde 1978 ejerzo como psicólogo clínico independiente. Durante nueve años he ejercido en la clínica Paul Brousse en Villejuif en el ramo de la medicina oncológica en colaboración directa con el profesor G. Mateh. La financiación de la investigación la cubría la Asociación Claude Bernard. Mis actividades eran las siguientes: cada jueves me ocupaba todo el día con las consultas. Las personas que me consultaban estaban afectadas fundamentalmente de molestias sintomáticas constituidas por patologías hemáticas o tumores. Todos los pacientes se me asignaron por médicos de la clínica. Durante estos nueve años han pedido mi consulta casi mil pacientes. Entre estos pacientes había tanto adultos como niños.

En el último año, cuando tuve que dejar la clínica, no acepté nuevos pacientes. Aparte de la consulta, mi actividad se dedicaba a la investigación que consistía en la verificación de declaraciones de numerosas personas en relación al aspecto psicológico de las afecciones oncológicas. El fin de estas verificaciones era el siguiente: frente a su desesperación o depresión y a su búsqueda de una curación rápida y milagrosa, he intentado ayudarlos a encontrar un sentido interior para su enfermedad en lugar de pretender la solución desde el exterior.

Les he conducido a afrontar, aparte de su sufrimiento diario, los problemas más profundos permitiéndolos asumir un rol activo. Como mis conocimientos no son de tipo médico he pedido a los pacientes que me informen de sus síntomas, molestias y de las consecuentes experiencias positivas y negativas. Tras haber recopilado con estas personas varios sucesos dramáticos de su vida, hemos podido identificar ciertos orígenes comunes de su enfermedad. Si estos resultados fuesen publicados se llegaría a la conclusión de que las personas que han sufrido tales conflictos psíquicos antes o después en su vida, con gran probabilidad, habrían sufrido daños físicos.

Nuestra continua investigación en el ámbito de este trabajo ha sido lo más precisa posible, con el fin de identificar las correlaciones entre las percepciones psíquicas y los síntomas orgánicos. Por poner un ejemplo: en relación al cáncer de mama hemos podido identificar cinco ámbitos conflictuales. Según mi opinión también el Dr. Hamer ha indicado las mismas tipologías que hemos encontrado nosotros. A nivel médico, gracias a mi actividad en Villejuif, he podido elaborar la identificación biológica de varios tumores de mama.

El método del Dr. Hamer me ha permitido determinar de modo específico las molestias emotivas relativas a esta sintomática orgánica particular. Si se analizan los casos tumorales en hombres y mujeres es posible clasificar los distintos tipos de cáncer según las categorías definidas por el Dr. Hamer. Independientemente del conocimiento de los trabajos del Dr. Hamer, estamos hoy en día en posición de confirmar al 100% el método que ha desarrollado por medio de los resultados de nuestra profunda investigación en pacientes afectados de tumor de mama. Nuestra atención se ha concentrado en considerar lo más precisamente, y de la forma más completa posible, las percepciones del paciente en las confrontaciones de su propia enfermedad. Si le presentase al Dr. Hamer los resultados de nuestro análisis psicosomático de los problemas expresados por nuestros pacientes, él estaría en posición de poner en correlación estas problemáticas psíquicas con la patología del paciente.

Como excolaborador del hospital me he ocupado de tres grupos distintos de pacientes:

Grupo A compuesto por 389 personas (41,38%) que seguían con el tratamiento médico.
Grupo B compuesto por 215 personas (26,70%) que han rechazado el tratamiento médico.
Grupo C compuesto por 312 personas (33,0%) que se han presentado sólo a una consulta.

Puedo confirmar que, independientemente de la terapia médica que los pacientes seguían, la comprensión íntima de los mecanismos psíquicos y biológicos ligados a los síntomas clínicos siempre ha llevado a una mejoría de la situación del paciente. Muchos de ellos gozan hoy de buena salud, su calidad de vida ha mejorado y viven con más serenidad.

Considerando el período de ocho años de investigación en Villejuif vemos como hasta el 29 de junio de 1994 de 604 pacientes (grupo A y B) 285 han sobrevivido, es decir, el 47,18%.

De los que han sobrevivido,
102 pertenecen al grupo A (26,22%) y
183 al grupo B (85,11%).

Según su deseo me he ocupado de los pacientes del grupo A una media de ocho horas por persona; los pacientes del grupo B habrían necesitado al menos 40 horas por persona. Los dos grupos tenían la posibilidad de contactar conmigo telefónicamente también fuera de las horas de consulta.

En conclusión, querría poner de relieve que la mayor parte de los pacientes fallecidos han muerto por su miedo, cansancio biológico y su aislamiento emotivo por la misma causa que les había llevado a enfermar. Con estas breves reflexiones, estimado tribunal, espero permitiros echar una breve mirada al patrimonio de conocimientos y frutos recolectados que conlleva el trabajo con el método del Dr. Hamer.

Mi deseo sería poder trabajar a su lado.

Marc Frèchet

Claude Sabbah

La Biología Total de los Seres Vivos es un concepto desarrollado por el Dr. Claude Sabbah, fruto de más de 35 años de estudios y experiencias. Además de su formación médica (especialista en oncología, medicina de emergencia, deportólogo, medicina hiperbárica y psicoterapia) Claude Sabbah es un investigador, master en PNL y orador de renombre mundial.

La Biología Total o Decodificación Biológica integra los conocimientos procedentes de diversas áreas de especialización médica, reconocidas investigaciones científicas y diversas observaciones del reino vegetal, animal y humano. El concepto arroja luz y comprensión sobre el funcionamiento normal de un ser vivo, la forma en que se enferma y cómo es posible recuperar la salud y el bienestar.

El Dr. Hamer ha sido un importante punto de inflexión durante la práctica médica de Claude Sabbah con sus hallazgos a través de la Nueva Medicina Germánica. El Dr. Hamer ha descubierto el funcionamiento de la tríada psique, cerebro y cuerpo (entre 1978 y 1983 ). En sus libros el lector se introduce en los hallazgos de Hamer, uno de ellos es el siguiente: el cerebro es la central de control del cuerpo y la enfermedad es un programa que el cerebro puede ejecutar en circunstancias de estrés extremo o conflicto muy significativo experimentado por un ser viviente. El cerebro puede interrimpir este mismo programa de la enfermedad tan pronto como el conflicto que desencadenó la enfermedad de la criatura se ha resuelto o eliminado. Claude Sabbah durante sus seminarios reconoce con respecto al Dr. Hamer y sus resultados quien ya debería haber recibido el Premio Nobel de Medicina.

Claude Sabbah ha aplicado estos hallazgos a partir de 1985, desde entonces con años de práctica médica y con la cooperación de muchos otros investigadores y científicos, ha establecido el concepto de Biología Total que integra: la nueva medicina del Dr. Hamer, la medicina moderna occidental y la medicina asiática, la observación de las Leyes Biológicas de la Flora y Fauna, los ciclos biológicos celulares memorizados, la PNL, el concepto de mini- Maxi esquizofrenia, Psicogenealogía, entre otros.

 

La Biología Total, nos permite una gran comprensión sobre cómo ayudar a una persona a tomar conciencia de los traumas emocionales detrás de cualquier condición o patrón, mediante la conexión de la persona con sus propias raíces (historia, línea de tiempo de la vida, proyectos, familia, etc.).

A través de la comprensión, el paso final para el cliente es llegar a una solución a la situación de conflicto, ya sea en la práctica o por su superación, y finalmente dejar ir las emociones.

El objetivo de la terapia es utilizar las herramientas necesarias para ayudar a la persona a que acceda a su propia curación. Esta es la razón por la cual la Biología Total alienta al cliente a mantenerse en contacto con su médico para el control de su tratamiento con medicina convencional y al mismo tiempo el uso de terapias que contribuyen a resolver el trauma emocional detrás de la enfermedad.

 

La Nueva Medicina Germánica

Resulta como poco curioso, observar con lupa nuestro comportamiento humano. Existen patrones profundamente arraigados que apenas unos pocos cuestionan y la mayoría puede que perciban, pero sólo a un nivel inconsciente. En este caso me referiré a la confusión que generamos siempre a la hora de diferenciar entre causas y consecuencias, entre causas y síntomas, usando una terminología más médica. Y no de un modo baladí doy entrada al concepto de síntoma. Mi función aquí es solo la de que ustedes mismos busquen paralelismos en nuestro actual régimen de poder y otros campos de la vida como la medicina. Advertencia para los escépticos: los planteamientos que apuntaré aquí, no son opiniones sino verdades científicas con carácter de leyes y que por no ser lugar para extenderme, apenas si esbozaré. Sea labor de cada cual hacerse las preguntas oportunas e indagar en dicho asunto si lo cree pertinente.

Voy a hablarles durante unos pocos párrafos sobre ciertos descubrimientos que se hicieron en el área de la medicina hace más de 30 años y que a pesar de su rigor científico siguen en la sombra, para que después ustedes decidan los paralelismos que esto tiene con este sistema político anclado en la corrupción. Permítanme que los lleve de la mano en estas aguas para luego soltarles a los mares de su propia introspección.
A finales de los años 70, un médico alemán formado en 5 especialidades médicas, entre ellas la oncología, sufrió la trágica experiencia de ver morir a su hijo a consecuencia de un tiro recibido cerca del corazón. Este médico alemán, el Dr. Hamer y su mujer desarrollaron sendos tumores, él en uno de sus testículos y ella en su pecho izquierdo. Aquello resultó muy llamativo para Hamer, que empezó a preguntarse cuál podría ser la causa de dicho “sinsentido”.
Como buen científico comenzó a investigar preguntando a todos los pacientes que acudían a su consulta externa, afectos de su mismo tipo de cáncer, si habían vivido alguna experiencia traumática antes de la aparición de dicha enfermedad. Cuál fue su sorpresa cuando descubrió que todos esos pacientes referían haber vivido una experiencia de pérdida muy similar a la suya. Intrigado por este patrón siguió indagando en pacientes que padecían cáncer de mama y obtuvo el mismo tipo de respuesta.

Poco a poco fue descubriendo que para cada tipo de cáncer se escondía una experiencia altamente dramática muy específica previa a la aparición de cada una de las afecciones. Existía un patrón traumático muy específico para el cáncer de pulmón, diferente al patrón que generaba un cáncer de hígado, diferente al que aparecía en el riñón y así sucesivamente. Hasta ahí había empirismo, reglas, pero faltaba ciencia. Para poder demostrar tales disertaciones, comenzó a pedir a cada paciente una tomografía cerebral computarizada (una foto del cerebro) con la finalidad de ver si en el cerebro de dichos pacientes aparecía algún registro de lo que estaba sucediendo. Para su sorpresa, descubrió que efectivamente en el cerebro de cada uno de ellos aparecían focos, a modo de círculos concéntricos en diana, que tenían una relación directa con el órgano del cuerpo que se estaba viendo afectado.
Todos los pacientes con cáncer de próstata tenían la misma señal en el cerebro, todos los afectados de cáncer de hígado tenían una misma señal en otra zona del cerebro y así sucesivamente. Los fabricantes de las casas de los aparatos de radiografía cerebral hicieron varios experimentos para descartar que aquellas señales pudieran deberse a errores de sus aparatos y concluyeron inequívocamente que tales señales estaban en la cabeza del paciente y que a partir de ese momento les tocaba a los médicos dilucidar el significado de aquellas señales cerebrales.
Hamer, acababa de descubrir lo que desde entonces pasó a llamarse la ley férrea del cáncer, que reza así: todo shock hiperagudo, dramático, inesperado y vivido en soledad, genera una alteración de campo electromagnético en una zona concreta del cerebro desde la cual se manda una señal al órgano que esa parte del cerebro rige. Qué zona del cerebro se vea afectada, está en función del colorido del conflicto, es decir, del modo en cómo se vive esa experiencia. Una misma experiencia, en función de cómo se perciba (muchas veces a nivel inconsciente) genera la afectación en una u otra parte del cuerpo.

Sin entrar en más profundidades del resto de leyes descubiertas, pues no es esa la función de este artículo, lo que este médico descubrió y sigue ampliando 30 años después, son las causas de las enfermedades, sin que ello ofrezca margen de error o duda. A pesar de que estos descubrimientos siguen de manera estricta el proceso del método científico y de que han sido replicados tantas veces como se han sometido a refutación, siguen sin ser tenidos en cuenta en nuestros sistemas oficiales de salud, por motivos diversos, entre los que cabría destacar entre otros, el desmantelamiento de nuestro actual sistema de salud oficial, para ser reemplazado por un paradigma completamente revolucionario y de una solidez científica hasta ahora desconocida.

También, y quizá más importante, sería el re-cuestionamiento de la responsabilidad del médico y del paciente en el origen de las “enfermedades” que el cerebro activa con una finalidad muy concreta haciéndonos conocedores de que ya no somos víctimas de la vida sino responsables de cuidar de ella. Nuestras relaciones intra e interpersonales se verían modificadas de modos que ahora nos parecen utópicas, las empresas que se lucran de la enfermedad mediante el uso de terapias que muchas veces no merecen ni ese nombre, quedarían expuestas a la luz de estos descubrimientos. Y apenas cito algunos motivos.

La cuestión por tanto es que la medicina oficial a día de hoy, sigue considerando como causas de la enfermedad, lo que desde esta nueva perspectiva son tan sólo los síntomas de la misma. Es como si fuéramos al mecánico a arreglar nuestro coche porque se ha encendido la luz del aceite y el trabajador extrajese la bombilla del salpicadero para que dejásemos de estar informados de que el coche necesita aceite. ¿Cuál sería nuestra respuesta natural ante dicha actuación?
Está la cuestión de la soberbia antropocéntrica de pensar que la naturaleza es la que se equivoca y enloquece, a pesar de sus 4.500 millones de años de ensayo y error y buscamos todo tipo de motivos peregrinos, como la teoría hasta ahora indemostrada de las metástasis por citar un ejemplo, con cierta lógica eso sí, para evadir nuestra total desconexión con la madre naturaleza.

Pues bien, parece que como seres humanos, tenemos dificultades a la hora de enfocar la mirada en todo aquello que apela a nuestra responsabilidad. Parece que preferimos siempre echar la culpa a otros, a la mala suerte, a los genes, a los políticos… porque ello nos da una sensación de victimismo que nos mantiene en esa servidumbre voluntaria y cómoda que nos reporta una aparente tranquilidad con la que podemos sostener el estatus quo de nuestras vidas, nuestro país y nuestro mundo. Miramos a los síntomas y nos quejamos de nuestra mala suerte, nuestra deficitaria genética, lo corrupto de los que despliegan las reglas del sistema.
A los seres humanos nos asusta la verdad, la tachamos de idealista, irreal o loca, porque preferimos mantenernos esclavos de un siervo que nos da migajas, mientras en el fondo de nuestra alma, tímidamente y de manera ocasional fantaseamos con la pregunta: ¿cómo sería eso de ser libres?, para rápidamente encender la televisión y ver el Madrid-Barça que sustituya como sucedáneo de tercera, la sensación de verdadera libertad.
Y así somos, mientras miramos los síntomas y nos entretenemos en ellos, olvidamos las causas.

¿Quién de vosotros no ha tenido un encuentro con alguien a quien ha compartido la teoría pura de la republica constitucional, explicado las causas reales de nuestro actual régimen de poder y ha sido tachado de idealista, cuando no de loco o excéntrico?. ¡Hay que cambiar desde dentro de la partitocracia!, o lo que es lo mismo, ¡tenemos que acabar con los síntomas, pero no cuestionarnos que es el sistema lo que está corrupto! Claro, tal planteamiento genera miedo, incertidumbre. Como todo cambio de paradigma, nos cuestiona, nos torna ignorantes con ganas de aprender. La recompensa merece la pena, sí, pero el riesgo percibido por nuestra ignorancia es una losa ancestral.

Vivimos atrapados, víctimas de nuestra propia ignorancia, con los oídos inundados de confusión y la vista vendida al mejor postor. A falta de la “fantasía” de la libertad y con más miedo de encontrarla que afán en buscarla, replegamos nuestras velas para que otro dirija nuestro barco, el barco de la libertad colectiva. Y puesto que yo no tengo intención de llevar su barco, y privarles de la belleza de ser libres, es el momento de que naveguen solos. Buen viaje.

Jesús Julián Culebras

Decodificación Biológica

“La Decodificación biológica se basa fundamentalmente, en los postulados de la Biología Total de los Seres Vivos sostenidos por el Dr. Fracés Claude Sabbah, en combinación con otras técnicas afines, basada en la teoría de las cinco leyes del funcionamiento de los seres vivos descubiertas en Alemania por el Dr. HAMER (NUEVA MEDICINA), que han logrado demostrar con absoluta certeza que las enfermedades no existen como tales, sino que son programas biológicos cargados con un sentido especifico, creados por el cerebro ante un conflicto que ha afectado intensamente al individuo”

¿ Porqué nos enfermamos y qué podemos hacer para sanarnos?
¿Cómo afecta nuestra vida intra-uterina y el proyecto sentido en el resto de nuestras Vidas?

La Decodificación Biológica es una herramienta que permite la comprensión de la enfermedad, «por qué estamos enfermos». La considera como un “mensaje”, una respuesta biológica del cerebro en pos de la supervivencia de la especie, del clan y del individuo. Indagando sobre nuestra historia, nuestro entorno cercano y las leyes biológicas alcanzamos la sanación en psiquis, cerebro y órgano.

“Quizá se pregunten dónde está la clave. Pues, la clave está justo encima de los hombros, es el cerebro. Las redes neuronales tienen como propósito ancestral y primigenio la supervivencia.
El cerebro no distingue entre lo real, lo imaginario, lo simbólico o lo construido mentalmente…. Todo es igual de real.
Lógica biológica.”

“El cerebro automático es el disco duro de un ordenador en el que se han instalado los programas de la supervivencia animal, de la especie y de nuestra genealogía. En el momento que se enciende el ordenador, el nacimiento, hay programas que se ponen en marcha de forma automática. Después están los programas que se ejecutan en momentos especiales de nuestras vidas”

Éstos programas se van insertando con las experiencias de la vida, las expectativas que se ponen sobre nosotros, las creencias que vamos acumulando o heredando. La ejecución de un programa especial lo da un acontecimiento vital estresante que despierta todos los anteriores. La enfermedad física es la mejor solución de supervivencia que pone en marcha el cerebro, porque disminuye drásticamente el estrés psíquico que de otro modo sería insoportable para nuestro cuerpo.

Veamos un ejemplo sencillo de este funcionamiento. La piel es el mayor órgano del organismo, más de dos metros cuadrados de superficie para el interactuar con el exterior. Simboliza pues el contacto.
Cuando un bebé sufre estrés debido a la separación de su madre después del parto es altamente probable que desarrolle un eccema. Ese bebé, cuando más tarde a lo largo de su vida experimente otra situación de separación, real o imaginaria, revivirá inconscientemente el momento en que le separaron de su madre y muy probablemente tendrá un brote de eczema.

Otro ejemplo de la lógica biológica. Cuando una experiencia es difícil de digerir, el cerebro automático que, una vez más, no distingue entre real, imaginario o simbólico manda a las células del estómago el mensaje `multiplicaos para que podamos digerir el trozo y tener una posibilidad de vivir’. Y las células comienzan a dividirse. O sea que una posible solución de supervivencia inmediata sería desarrollar un cáncer de estómago. De hecho, se ha comprobado que la mucosa digestiva tumoral es 10 veces más eficaz para digerir que la normal.

¿ CUÁNDO SE OBSERVAN LOS RESULTADOS?
“Los cambios se ven en las primeras semanas, muchas veces durante la misma sesión se observan los primeros síntomas de mejoría. En líneas generales la Decodificación es una terapia rápida, no es necesario realizar una innumerable cantidad de sesiones.” Pero es necesario que el consultante desee soltar la enfermedad, aprender de ella y liberarla, cambiando de actitud ante su vida, dejarla atrás y continuar con sus próximas experiencias.-

¿SE PUEDE SEGUIR CON EL TRATAMIENTO MÉDICO?
SI, se debe continuar con el tratamiento médico.
Las técnicas utilizadas no influyen en el abordaje del profesional médico.
En nuestra propuesta, utilizamos fórmula florales – Flores de Bach. (Opcional)
Trabajamos con los beneficios que nos brindan estos maravillosos regalos de la naturaleza. Investigando minuciosamente cuales son las más adecuadas para cada persona en cada momento determinado de su vida.
Uno de los mayores inconvenientes para la sanación es EL MIEDO, éste es el peor enemigo y las flores funcionan perfectamente para superar a nuestro peor enemigo. “Ya que el miedo a la cosa, atrae la cosa”. Por ejemplo: El miedo a la enfermedad atrae dicha enfermedad.

¿CUÁNTO DURA UNA SESIÓN?
Nuestra propuesta es que el consultante se comprometa con su sanación. Por lo tanto se necesitarán aproximadamente de tres a cinco sesiones de una hora de duración cada una, aproximadamente. Una consulta cada diez o quince días, según la necesidad de la persona.

¿CÓMO TRABAJA EL TERAPEUTA?
Nuestra tarea como terapeutas es ayudar al consultante a encontrar cuál fue el estrés emocional vivido en forma precisa, por el cual su cerebro puso en marcha una determinada enfermedad, síntoma o conducta, intentando aliviar dicho estrés (comprender la enfermedad); y acompañarlo a realizar los cambios necesarios para que su cerebro ya no tenga por qué mantener esa manifestación biológica.

¿ EXISTE UN LÍMITE EN LA SANACIÓN?
Sencillamente NO, ya que el cerebro no se comporta de forma anárquica. Es simple y lógico, todo lo realiza por algo. La enfermedad existe porque tiene un sentido para existir, no es «mala suerte» o «mi destino». Y de la misma manera la sanación existirá si existe un sentido para sanar, y esto depende de cada individuo.

Dr. Hamer y la nueva Medicina Germánica

Hace más de veinticinco años, el Dr. Ryke Geerd Hamer, un doctor alemán con oficina en Roma, Italia, recibió un llamado telefónico en medio de la noche. Su hijo Dirk, de 17 años había sido baleado durante una vacación en el Mediterráneo. Tres meses más tarde Dirk murió y poco después, el Dr. Hamer, quien había sido sano durante toda su vida, pero totalmente abrumado por esta catástrofe, descubrió que sufría de un cáncer testicular. Sospechando que esto no era mera coincidencia, decidió investigar las historias personales de los pacientes de cáncer para ver si es que habían sufrido algún choque conflictivo, angustia o trauma anteriormente a su enfermedad.

Con el tiempo, y tras intensa investigación con miles de pacientes, el Dr. Hamer finalmente consiguió demostrar que la enfermedad solamente es causada por un choque que nos toma totalmente desprevenidos. Este último concepto es muy importante. Si de alguna forma conseguimos prepararnos para el evento chocante, evitaremos enfermarnos. De hecho, el Dr. Hamer prefiere no decir ‘cáncer’. Más bien, es una respuesta biológica especial a una situación insólita, y cuando la situación de ‘shock’ se resuelve, el cuerpo se apresa para volver a lo normal. Esta es una versión muy simplificada de los hechos, claro está. Los libros explican el proceso total con lujo de detalles.

Presentó su trabajo a la universidad en Alemania con la cual estaba afiliado. Ellos, sin embargo, sin explorar o comprobar sus hipótesis le pidieron negar sus hallazgos. Como no pudo considerar desdecirse de todo aquello que había comprobado científicamente y sin trazas algunas de duda, rehusó. Como consecuencia le fue quitada la licencia para practicar medicina, situación que persiste hasta el día de hoy. No obstante que la universidad de Tubinga fue ordenada por la corte a que llevara a cabo las pruebas necesarias para comprobar la teoría, este procedimiento jamás fue llevado a cabo.

La vida del Dr. Hamer ha sido un remolino de eventos desde entonces, llevando incluso a una sentencia a encarcelamiento de dieciocho meses en Alemania, que cumplió en celdas que compartía con criminales empedernidos. Gran parte de las contrariedades que sufrió procedían del hecho que las balas que mataran al hijo habían sido disparadas por el príncipe de Saboya, el último rey de Italia. Una situación complicada y delicada, como cualquiera pudiera imaginarse.

El Dr. Hamer cree fervientemente que los métodos presentes para tratar el cáncer son bárbaros, crueles y totalmente innecesarios. Estas opiniones no le generan muchos amigos.

Desde que descubriera la Nueva Medicina Germánica en 1981, el Dr. Hamer ha escrito varios libros sobre esta medicina y sus extraordinarios descubrimientos. Algunos de estos libros han sido ya traducidos a varios idiomas, y el trabajo continua. Muchos médicos europeos practican este sistema bajo cuerda, reconociendo su excepcional capacidad para generar diagnosis.

El hecho de que la medicina “oficial” o “convencional” no de reconocimiento oficial a este sistema es frustrante tanto para el Dr. Hamer como para el público. Esperamos pues que los cambios a este estado de cosas sean iniciados por aquellos que, comenzando a entender la forma en que funcionan sus cuerpos, insistan en que el personal de salud y sus instituciones tomen conciencia de la nueva ciencia.

El trabajo infatigable que ejecutan las terapias alternativas y los libros tales como los que escriben el Dr. Deepak Chopra y el Dr. Andrew Weil, han contribuido enormemente a la toma de conciencia que se hace notable en el mundo, al punto que los doctores y los hospitales comienzan a darse cuenta de estas cosas.

Una vez que Usted haya escuchado al Dr. Hamer hablar en uno de sus seminarios, haya leído sus libros, haya consultado una de sus tablas de las enfermedades, comprenderá que finalmente alguien ha establecido todos los vínculos y ha encontrado todos los enlaces que faltaban.

Con el paso del tiempo se espera que este trabajo pueda ser explicado de manera que “cualquier persona inteligente, aun careciendo de entrenamiento especial” pueda comprender. Queda mucho por hacer. Nuestra esperanza es que estas páginas le traerán consuelo, esperanza y optimismo.