Causa y Efecto

Todo lo que existe en el universo se encuentra regido por un poderoso proceso regenerativo, continuo e infinito.

Este proceso, no es más que una Ley Natural muy similar a lo descrito por la Ley de la Conservación de la Energía y la Tercera Ley de Newton.

La Ley de la Conservación de la Energía señala: “No existe ni puede existir nada capaz de crear ni de destruir la energía.» Es decir, la energía al no poder crearse ni destruirse, sólo podrá transformarse, expandirse e intercambiarse.

Por otra parte la Tercera Ley de Newton señala: “Toda acción tiene su reacción igual y en sentido opuesto, toda causa tiene su efecto y a su vez, todo efecto se convierte en causa para nuevos efectos.»

En concordancia con estas leyes, dentro y fuera del Planeta la cantidad de energía siempre ha sido, es y será igual.

Entonces, el ser humano al ser energía, en él también se cumple estas dos leyes que rigen todo lo que existe.

Ellas controlan las acciones humanas, razón por la cual las energías que se estimulan y se activan en cada individuo al accionar con la supuesta libre voluntad, es lo que finalmente determina el destino, la supuesta suerte, el futuro o la mal llamada Voluntad de Dios.

Cada acción ejecutada, es un interactuar energético. Junto con cada acción se estimulan, se activan y se mueven un conjunto de energías humanas, tanto equilibradas, como distorsionadas y/o subusadas, las cuales servirán también de estímulo para activar en otras personas sus energías inherentes, junto a las existentes en el entorno.

El producto final, el Destino o la consecuencia, es el resultado del movimiento energético inherente que se derivó de una primera acción, aunado a un conjunto de energías que se activaron en otras personas por las acciones que precedieron a esa primera acción.

El Destino de toda persona es el resultado directo de la libre voluntad.

En consecuencia ambos, libre voluntad y destino, o también Causa y Efecto se encuentran fuertemente entrelazados, entretejidos e interrelacionados.

Las energías activadas con la libre voluntad moldean el destino, por lo tanto el destino, siempre va a depender de la supuesta libre voluntad.

Por inferencia, cada ser humano es responsable de la forma en que mueve sus energías, es decir es el responsable de las energías involucradas en sus pensamientos, palabras, acciones, impulsos, deseos, ansias, afanes, sentimientos, emociones,…

El desconocimiento de estas normas naturales, de sus Principios, de sus Preceptos y de sus Leyes Universales, no lo exoneran de sus responsabilidades. Es por esta razón, y además por lógica, deducción e inferencia, que la Responsabilidad Individual Energética no termina con la muerte del cuerpo, ni se paga con el infierno ni se disfruta con el cielo.

Las energías inherentes, al tergiversarse y desvirtuarse, se van haciendo más y más pesadas y por lo tanto “se van pegando y acumulando” en la esencia responsable de su resguardo.

Cuando un individuo acciona, muchas veces cree que nadie se dará cuenta y con frecuencia hace lo que se le viene en gana. Eso no es libre albedrío, eso es ignorancia.

Por su mente jamás ha pasado la idea, que luego de la acción ejecutada, los acontecimientos que se desencadenan son muchísimos y que estos nuevos acontecimientos, energéticamente se siguen multiplicando, aun con el transcurrir del tiempo y en el espacio, de manera infinita y piramidal.

CAUSA: LIBRE VOLUNTAD

ACCION; LIBRE ALBEDRIO

EFECTO: CONSECUENCIA . . . DESTINO

FUTURO: REACCION … VOLUNTAD DE DIOS

Pasarán años, personas, eventos, situaciones y quizás vidas, y de seguro, todavía se seguirán multiplicando los efectos uno a uno.

Cuando alguien se enfrenta a esta Ley, porque crea que puede cambiarla arbitrariamente, está destinado a fracasar, lo que le ocasionará mucho dolor. Ella no tiene clemencia, es simplemente una Ley… Es simplemente un proceso regenerativo…

Si lo graficáramos, cada una de estas personas: b, c, d, e, f,… accionaron según las energías activadas por la acción de a. Luego, el efecto energético se multiplicó en “n” cantidad de veces, según los beneficios y/o los perjuicios causados. Es decir, con cada acción, se activaron un conjunto de energías en cada una de las personas implicadas. Más adelante el efecto o las energías que se devolverán poco a poco, estará conformado por el conjunto de energías que se activaron e indirectamente se “multiplicaron” en el tiempo y en el espacio.

Al final la persona o esencia que recibirá el mayor beneficio o el mayor impacto, será aquella que realizó la “primera acción” en cada situación.

Cada una de estas energías activará otras como consecuencia de nuevas acciones y los efectos serán infinitos.

Esta Ley de Causa y Efecto, se conoce también como la Ley del Karma, la Ley del Bumerán, la Ley de la Cosecha , la Ley de Atracción o el mal llamado “El Secreto”.

La energía no se crea ni se destruye, sólo se transfiere, se transforma, se intercambia, se absorbe y/o se expande. Nada se crea, nada se pierde, todo es perfecto.

El verdadero secreto está en accionar lo más humanamente, con la finalidad de que el destino o el futuro esté conformado con vivencias o energías también más humanas.

HUMANIZAR es, en otras palabras, el Restablecimiento del Orden Energético en el mundo y por ende, del Universo generándose en consecuencia: Una Nueva Conciencia, es decir un salto evolutivo en la especie humana.

– Elizabeth Vârga Ramírez –